Bodegas de Cafayate

Llegamos a Cafayate provincia de Salta, un lugar bellísimo en el cual nos quedaríamos unos tres días, nos ubicamos en el camping Luz y Fuerza en la entrada de la ciudad, por recomendación nos dijeron que era el más completo y más seguro, pegados a ese mismo se encontraba el camping municipal que estaba repleto, armamos las carpitas y nos organizamos un poco, no había mucho para hacer a esa hora de la tarde así que nos duchamos y salimos a recorrer el centro y a cenar. Cerca de las 22 llegaría Romina la hermana de Candela para sumarse a la caravana viajera, la esperamos en la iglesia cuando nos enteramos que Nahuel y Lucia tuvieron que llevar a Candela al hospital por qué no se sentía muy bien debido a las consecuencias del fogón en Tafi, pero rápidamente se recupero. Esa misma noche pedimos una tremenda picadita en el centro con cerveza Salta que no me gusto mucho ya que era demasiado suave. De regreso al Camping el clima no era el mejor ya que se anunciaba una lluvia, pero ya todos acostados pudimos notar que solo fue una lluvia de nube pasajera.

Decidimos aprovechar la mañana yendo a recorrer las bodegas salteñas de Cafayate, la primera en visitar fue la Bodega Domingo Hermanos que estaba muy cerca del camping, la especialidad de esta bodega era producir vinos en damajuanas y también quesos de cabras saborizados, la visita guiada era gratis junto a la degustación, aunque no lo crean era mi primera vez en una bodega y todo para mí era nuevo, nunca había visitado una y la verdad me encanto, sobre todo la degustación con quesos de cabras, para mí el vino es mi bebida predilecta si bien todavía no tengo la experiencia como catador puedo decir que se notar la diferencia entre un cabernet y un malbec y otros cortes, pero en cuanto a los aromas y colores no estoy muy bien adiestrado, en casa el vino nunca puede faltar sobre todo en los asados y siempre tratamos de que sean vinos buenos.

Ese ratito la pasamos muy bien y luego fuimos a visitar la bodega Nanny ya cerca del mediodía, algunos chicos no entraron por que tenían hambre y además había que pagar unos $5 pesos la visita y para ellos era como escuchar más de lo mismo, claro que hay gente que le interesa y otras que no, pero yo me quede y Uriel y Lucia se quedaron para hacerme el aguante, me compre una botella para regalarle a mi vieja y unos quesos de cabra para mi hermana, la bodega es un poco más grande que la anterior y mucho más importante y antigua, la degustación fue muy variada y probamos de todo. Existen muchas bodegas conocidas en Cafayate pero están a las afueras de la ciudad y hay que trasladarse en taxi, un ejemplo de ellas son Etchart que su fuerte es el vino blanco, Bodegas Colome con una gran proyección a la exportación y otras como Esteco, Quara, Don David, etc. Por tiempo y presupuesto no pudimos conocerlas pero quedaran como motivo para la próxima visita.

Ya cerca del mediodía nos fuimos a comer al centro, empanadas que nunca pueden faltar y cada uno pidió un plato diferente. Recorrimos un poco el centro que no es tan grande, tiene una plaza principal, las iglesias y varios lugares para comer, no pueden faltar los puestos de artesanías y las agencias de excursiones, esta ciudad tiene mucho para ofrecer al turista y por eso decidimos quedarnos tres días. Al regresar al camping nos encontramos con un guía que nos ofreció llevarnos a las 7 cascadas en los cerros calchaquíes que era una excursión que teníamos en vista, la idea era hacer Ruinas de Quilmes (Tucumán), las 7 cascadas y la quebrada Las Conchas, así que nos fuimos al camping a preparar todo para el treking en los cerros.