A - El remis se para, bajamos, recorremos.
B -Fotos individual
C - Fotos grupal
D - El que saca la foto “Huy para que yo no Salí”.
E - A ver, huy salió mal, sácala de nuevo.
F - Subimos al remis
G - A los 50 metros “huyyy, mira qué lindo”
H - Todos abajo del remis y se repite la sesión!!!. Eso fue solo un resumen por que podría tener más ítems ajajaja.
La segunda parada fue “Los Castillos”, cuando los vi, lo primero que pensé fue en una escenografía de una de las escenas de Star Wars Ep. II, la verdad muy sorprendentes, súper gigantes, enormes. Frente a ellos pasaba un arroyo con muy poca agua pero a la vez muy turbia por la mezcla con el barro. Casi todas las fotos las tenía que sacar en vertical para que los castillos entren completos, era una inmensidad, una belleza natural alucinante. Algunos de los chicos lograron pasar el arroyo descalzos, recordemos que en esa excursión nos acompañaron los viajeros de San Nicolás que eran súper copados y ellos también cruzaron el arroyo.
Otras de las paradas imperdibles es el mirador de las “Tres cruces” donde se tiene una vista preciosa de todo el lugar. También paramos en el "Obelisco", pasamos y vimos a lo lejos “El Fraile”, otra parada fotográfica fue “El Sapo” donde nos volvimos sorprender por que esta piedra tiene una formación perfecta y hasta parece esculpida, la forma de un sapo gigante se inmuta a nuestras espaldas, es una de las bellísimas fotos del recorrido. No podían faltar los puestitos de artesanía al costado de la ruta y también las atractivas llamas donde todos tratamos de darles comida y tomar una linda fotito en esa bella acción.
Llegamos al “Anfiteatro”, un lugar con una acústica impresionante, tanto es así que la gente viene a tocar y cantar en este impresionante lugar, dicen que se han realizados eventos importantes, grandes orquestas del exterior hicieron conciertos en este lugar natural. Tiene una pequeña entrada y su interior es circular pero si miramos hacia arriba vemos como se va achicando en forma de cono, como si fuera una chimenea gigante. En el lugar había un lugareño que debemos suponer esta siempre en ese lugar para recibir a la gente con algunas canciones, Adrian se prendió a cantar y tocar con él para todo el público presente.
La última parada fue en la Garganta del Diablo, para poder entrar hay que subir una piedra muy empinada que resultaba muy difícil de domar, preferí quedarme junto a varias personas que tampoco pudieron ni quisieron subir, la verdad personalmente no me gusto tanto como las anteriores formaciones, en general es un recorrido genial que todos tienen que hacer cuando pasen por Cafayate, como dije antes tranquilamente se puede recorrer en auto particular y hasta en bicicleta.
Ya todos en el remis emprendimos el regreso al camping pero antes teníamos que pasar a buscar los dos chivitos que encargamos al día anterior. En la última entrada referente a Cafayate les cuento que tal el chivito, hasta la próxima.
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