No
llevo la cuenta exacta, pero hace casi un año que estoy colaborando con
el Proyecto Educativo Nómada creado por Juan Pablo Villarino y Laura
Lazzarino, (Acróbatas del camino). Cuando les conté que mis próximas
vacaciones las pasaría en Bolivia, surgió una idea que consistía en
realizar una donación al hogar de nenas huérfanas llamado Miski Wasi,
ubicado en la ciudad de Sucre, Bolivia, donde los acróbatas habían
pasado con el proyecto para dar una charla. La idea me cautivó desde un
principio. Recordé la complicidad que tuvo Marcelo Maquez con el
proyecto al acercar una Laptop a la comunidad Shuar de Ecuador y pensé
que sería para mí todo un placer realizar la donación al hogar en
representación del proyecto educativo.
Para
realizar la donación necesitábamos la ayuda de los cómplices del
proyecto, tanto es así que Marcelo Maquez y Julieta Sassano de Buenos
Airesse tomaron el trabajo de juntar libros y útiles escolares para el
hogar de las nenas, de esta manera me hicieron llegar todo vía
encomienda a Rosario, Argentina.
De
esta manera emprendí mi viaje en solitario a la tan esperada Bolivia.
Un mar de aventuras me estaba esperando y yo iba preparado para nadar en
él. Luego de un largo viaje, Potosí me recibió con los brazos abiertos,
pero llenos de lluvia. El miedo a no poder visitar el salar de Uyuni me
llevó a cambiar mi ruta. Decidí ir directamente a Sucre y pasar unos
días hasta que el tiempo mejorara.
Los
haces del sol se filtron por las cortinas iluminando mi habitación, y
me despertaron de la mejor manera. Me levanté y le devolví el saludo de
los buenos días al portero del hostel, salí hacia la calle con la
mochila llena de alegrías y esperanzas en busca de un rápido desayuno y
un intrépido taxista que lograra ubicar la dirección del hogar de las
nenas. Antes de partir, me encontré con Nuria, una viajera belga a quién
había conocido días atrás, y que se había entusiasmado con el proyecto.
Nos recibió Miriam con una sonrisa de delfín y saludos de buenos días.
Nos invitó a pasar. Desde el patio, las nenas nos miraban con
curiosidad. Le conté a la responsable que venía en representación del
Proyecto Educativo Nómada de Juan y Laura. Muy brevemente nos contaron
algo sobre las nenas, que son víctimas de la pobreza y el abandono, de
la violencia familiar y hasta se han detectado abusos sexuales en las
niñas, algo realmente lamentable. El hogar es su refugio. Ellas viven de
lunes a viernes en el Miski Wasi y los fin de semana la pasan con sus
familiares o la gente que la tiene a su cargo. La idea del hogar es que
no pierdan ese contacto familiar, ya sea directo o indirecto, puede ser
un tío, una tía, primos, vecinos, sea quien sea que este al cuidado de
ellas. . Este año se agregaron 3 niñas más que en total suman 25.
Antes de salir al patio a conocer a las nenas me quede observando un segundo un mural lleno de fotografías, entre las cuales había una de Laura junto al mural realizado después de la proyección. Muy tímidamente me recibieron las niñas. Para ganar su confianza les mencione que yo era amigo de Kim, la chica voluntaria que había trabajado allí y sugerido el lugar a Juan y Laura en 2011. Las niñas rápidamente mencionaron las fotografías y el mural, de la mano me llevaron adentro para verlo y nombraron, los camellos, los pingüinos y mujeres con las manos pintada. Nunca me sentí tan cerca de los Acróbatas del Camino. Debo confesar que todavía no los conozco personalmente, pero me llenó de alegría poder estar ahí donde ellos habían dado la charla, y dejado una huella bien marcada. Tomamos unas fotografías grupales junto a las niñas y también con algunas voluntarias. De esta manera nos despedimos hasta la tarde, pero en un instante teníamos por lo menos dos o tres niñas aferradas a nuestras piernas pidiendo que no nos vayamos y preguntando cuando volvíamos. Se me partió el alma, sentí unas ganas de llorar porque sabía que volver era muy complicado. Esa mañana con las niñas me di cuenta del amor y del cariño que les hace falta, pero para calmarlas un poco les dijimos que pasariamos por la tarde a recoger los dibujos que estaban haciendo para nosotros, y estar otro rato junto a ellas.
Miski
Wasi y su gemelo de nenes, el Hogar Mallorca reciben un subsidio de la
Fundacion Amazonia de España, que debido a la crisis que esta pasando
ese pais será suspendido por un tiempo. En tanto el hogar Miski Wasi ya
tiene a disposicion varias habitaciones ubicadas en el mismo lugar donde
se podran alquilar para las chicas estudiantes, viajeras o valuntarias y
asi de esta manera poder palear un poco mas la situacion economica. Si
te interesa saber cómo hacer para ayudar a las nenas, trabajar como
voluntario u alojarte allí para colaborar, escribinos al mail de
contacto.
Por
la tarde, Nuria y yo volvimos a buscar las cartas y a despedirnos de
las nenas. Miriam nos acompaño a la puerta y nos volvio a dar las
gracias. Nos dijo que estaba muy contenta por la donacion de parte del
proyecto, nos recalcó que muchas personas se hacercan al hogar por única
vez y luego no vuelven más, pero de esta manera es como si Juan y Laura
hubiesen pasado por segunda vez.
La
sonrisa de la oscuridad batallaba nuevamente con las primeras luces de
la ciudad Nuria y yo, en medio de la noche, caminamos juntos por la
hermosas callecitas de Sucre, pausadamente y en silencio, ambos pensando
en todo lo que vivimos en ese momento. Creo
que todo fue mucho mas de lo que yo esperaba y me sentí muy feliz de
haber vivido una experiencia diferente. Agradeci a Dios por haber puesto
a Juan y Laura en mi camino. Gracias a ellos pude experimentar miles de
hermosas sensaciones con las niñas del hogar, pero sin dejar de pensar
que podriamos haber hecho mucho más y que todo es posible en la vida. Si
todos depositaramos un grano de arena a cada causa de bien para la
gente y el mundo, quizás algo podríamos cambiar. Estoy seguro que no
faltará otra oportunidad de poder colaborar con el Proyecto Educativo
Nómada y que mis viajes no serán sólo por placer, sino por compromiso
con la gente y por esta causa tan linda que han creado Juan y Laura.
Desde todos los rincones del mundo los cómplices y la gente siempre les
vamos a desear "Buenos Caminos".
Al dia siguiente junto a Nuria salimos con rumbo a Potosi para internarnos en la mina de plata mas grande de sudamerica, pero eso se los cuento en la proxima.
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