Ingresamos a una tienda donde vendían todo tipo de artesanías hechas con estas piedras, la verdad son todas unas obras de arte pero muy valiosas, por ejemplo un cóndor hecho de piedras preciosas estaba unos 2 mil pesos, una locura!!!, pero no podían faltar los llamadores de ángeles que costaban un poco más barato $30. Luego salimos a recorrer el predio con un guía que te va explicando la historia de la mina y como se extraen las piedras, recorrimos las cuevas que fueron dinamitadas para la extracción, un recorrido corto pero muy lindo.
Cuando salimos de las minas para retomar la ruta, vemos que en un parador había mucha gente vendiendo artesanías hechas de piedras preciosas, pero pudimos averiguar que estas piedras las sacaban de un lugar donde tiraban los desperdicios de la fábrica de Wanda, por eso eran todos recortes y partes que no les servían a ellos, pero esta gente humilde se las ingeniaba para hacer alguna que otra artesanía, lo mejor de todo era que costaba muy, pero muy barato, yo me compre un arbolito a solo $15, y había niños que vendían piedritas sueltas por $2. Como dije anteriormente descubrir esta realidad da un poco de pena, las familias al costado de la ruta eran muy pobres y había niños muy humildes que trataban de vender sus piedras diciendo que necesitaban comer y que les diera lo que pudiera, una escena que me quedo grabada fue la de un policía que los corría del parador para que no vendieran nada pero en realidad estaban muy retirados del lugar, no molestaban a nadie, la misma gente se acercaban a ellos para comprarles. Compramos algunos regalos, la pitu se trajo algunas plantas para la madre y yo compre algunos mates misioneros, luego emprendimos el largo regreso a casa.
Misiones me dejo bien en claro que es una provincia muy diferente, por su clima, su naturaleza, sus excursiones, su gente, sus costumbres, su historia, una provincia donde tenemos mucho para aprender de ella, la verdad resulto ser un viaje de aprendizajes y placer, hay cosas que no me voy a olvidar nunca como la historia de los jesuitas, lo que vivimos en ciudad del este, ver la garganta del diablo, recorrer las calles de Foz, pero además de traer recuerdos me traigo grandes amigos, como Javi y Leti, Leo y Gaby que hasta el día de hoy seguimos en contacto y me da mucha alegría saber que son grandes personas y grandes amigos, fueron unas vacaciones inolvidables de esas que quedaran marcadas en la vida, llena de experiencias, también quiero agradecer a mi compañera de viajes La Pitu que se porto de maravillas conmigo y creo que este viaje también lo disfruto mucho, creo que fue más de lo que esperábamos, un micro lleno de gente buena que a veces parecía lleno de chicos que realizaban su viaje de estudios ajaja, la buena onda siempre estuvo presente, de esta forma me despido de Misiones.
A continuación un video musical con todas las fotos del viaje, espero que les haya gustado y que algún día se animen a visitar Misiones, estoy seguro que no se van arrepentir.