Por la mañana temprano salimos desde la terminal de Tilcara en un micro de línea hacia Purmamarca, entrando al pueblo pudimos ver desde el micro como resaltaban las diferentes tonalidades del “Cerro siete colores”, me habían dicho que el mejor momento para verlo y sacar fotos es por la mañana, por suerte desde el micro saque algunas, pero no son las mejores, igual valió la pena el intento. Una vez en el centro teníamos que contratar una combi que nos llevara a las Salinas Grandes, pero algunas ya habían salido y la otra opción era ir en varios taxis pero teníamos que completar con 4 pasajeros mas el chofer, dos de ellos estaba completo, viajarían Uri, Lucia, Nahuel, Candela y en otro La Naty, Sol, Romina y Juan, pero quedamos afuera Adrian y yo, teníamos que encontrar a dos personas más para poder salir, pero por suerte muy cerca nuestro aparece una chica preguntando por el viaje y sumamos un pasajero mas, la niña en cuestión era Romina una porteña que viajaba sola por todo el noroeste ya que sus amigas se fueron a Villa Gesell como todo los años y ella decidió apartarse y tomar otro rumbo, era su primera vez sola así que toda una gran experiencia para ella, me quede pensando en esa situación, creo que fue el primer Clic que me hiso pensar que las próximas vacaciones tenía que viajar solo, sentir esa nueva experiencia que seguramente me vendría muy bien. Por otro lado cuando ya estábamos impaciente llega un salteño con buena onda y ....Completooo !!!, listos para salir. El camino hacia las salinas es muy lindo, el recorrido te lleva por la gran famosa “Cuesta del Lipan”, desde la cima pudimos sentir la puna ya que estábamos a unos 4100 msnm, la verdad una vista muy linda, ideal para sacar fotos, pero rapidito subimos al auto y seguimos el viaje.
Por suerte nos toco un día hermoso, muy soleado pero con un poco de viento, llegamos a las Salinas Grandes, paramos en un puesto de artesanías donde todo es tallado y esculpido a mano y lo más curioso y no tan curioso es que el material con que se hacen los suvenires son piedras de sal, “todo salado”. El Salar es genial, no tengo palabras para describir semejante belleza, una llanura blanca, blanca, donde a veces parece no tener fin, el lugar es algo raro, nunca visto, además rápidamente la combinación del blanco con el azul del cielo se hace notar y es la vista más hermosa que se puede ver, el lugar se presta para sacar numerosas fotos de toda clase, no puede faltar la foto donde estas en el aire inmóvil por un segundo, tampoco faltan las fotos donde varios parecen haber tomado la pastilla de chiquitolina, en este caso la que más me gusta es donde lo tengo a Uri en una de mis manos, donde el parece no tener mucho equilibrio, ajajaja. El salar es el segundo más grande del mundo, el primero es el de Uyuni en Bolivia, la verdad en ese momento pensé “¿si esto esta re-bueno, como será el salar de Uyuni, mil veces mejor?” y si, WoW !!!...ya me daban ganas de ir a Bolivia a conocerlo. Nos quedamos un rato, caminamos hasta que sacamos varias fotos, la verdad vale la pena conocer el lugar, y nuevamente me atrevo a decir que ese paisaje es uno de los más lindo que vi en mi vida y por suerte y alegría es argentino..... Y yo estuve allí.
Regresamos a Purmamarca, teníamos mucha hambre así que ni bien llegamos nos fuimos a buscar un lugar para almorzar. Luego de recuperar energías salimos en busca del Cerro siete colores para hacer unas fotos, caminamos hasta llegar a un mirador pero ya el color no resaltaba como en la mañana, igualmente sacamos algunas pics, al bajar nos topamos con una niña que vendía unas botellitas con dibujos hecho con la misma tierra de los 7 colores del cerro, la verdad muy impresionante, la técnica es muy buena y creo que se enseña en algunas escuelas todavía, me gusto tanto que me compre una botellita. La niña nos recomendó hacer un paseo corto muy cerca, se llama “Paseo Cerros Colorados”, también se puede hacer en auto, pero caminando solo se tarda un poco más de media hora. Lo que me llamo la atención es que en ese trayecto del paseo pudimos ver paisajes “impresionantes”, las combinaciones de los colores Rojo, Gris, Verde, Azul y nubes blancas eran perfectas, unas fotos geniales, me gusto mucho hacer trekking es ese lugar. En un momento Candela y Lucia me dicen “marce nos sacas unas fotos con las dos en el aire”, y bue, tire miles de fotos y nunca pude capturar a las dos juntas volando, cuando volaba Lucia no volaba Candela y después al revés, pero bue, igual salieron lindas ajajaja.
Sol y Naty creo que se quedaron por el centro, nos pusimos en contacto con ellas y nos juntamos en una feria de artesanías en una plaza muy chiquita, nos sentamos a descansar y aprovechamos a tomar unos ricos mates, de repente pasa un muchacho vendiendo pastaflora de dulce de cayote, así que aprovechamos a probar el dulce regional, que por cierto era riquísimo. Tirados en el pasto las últimas horas en Purmamarca daban fin a nuestra visita, un lugar bellísimo y tranquilo, nada que ver con la abrumadora Tilcara, era ideal para descansar y pasear, y sobre todo para aprovechar a conocer las salinas, le dijimos adiós a ese lindo pueblo y cada vez me convencía mas que el viaje era genial y hermoso, el norte argentino es una maravilla y que cada día era mejor que otro, y eso....y eso que todavía faltaba mucho más para ver. En la próxima volvemos a entrar a Salta por arriba hasta llegar al mejor lugar de todo el recorrido, IRUYA !!!....¿me acompañan?
Bien ahí con la casaca de boca. Te dejo un pequeño chivo:
ResponderEliminarEstoy creando un proyecto de difusión para blogs con menos de 50 seguidores. Si te interesa participar, es simple y gratis... http://elsemillerodeblogs.blogspot.com/
Gracias por el espacio.