El ultimo pueblo en conocer fue Humahuaca, llegamos a la terminal por la tarde y teníamos que buscar donde pasar la noche, luego de recorrer algunas cuadras logramos encontrar un hostal muy económico, nos pareció cómodo y limpio así que dejamos las cosas y nos fuimos a recorrer un poco el centro. En la plaza nos esperarían los demás chicos que vinieron solamente a pasar el día. Luego de sacar las últimas fotos todo el grupo junto, nos despedimos de ellos hasta mañana porque ya se volvían a Tilcara. Junto con Uri, Lucia y Adrian regresamos al hostal para darnos una buena ducha caliente y luego salir a comer algo y recorrer Humahuaca por la noche.
El pueblo es súper tranquilo, no hay mucho por recorrer, pero de verdad había una tremenda paz, sus callecitas angostas nos acompañaban en las últimas horas de ese viaje que sería inolvidable. En algún momento me sentí un poco “mordido” por no haber llegado a La Quiaca, creo que la idea de no poder cumplir esa ilusión de sacarme una foto en el final del país me pesaba demasiado y me producía una pequeña tristeza, igualmente estaba conforme con todo el recorrido que hicimos, nos falto conocer Cachi, Amahicha del Valle, San Isidro y la misteriosa y alejada Javi, pero todo se resume a un “volveré”, se que es complicado volver al mismo lugar porque siempre tenemos la necesidad de conocer otros y que a veces no queremos desperdiciar el tiempo y el dinero en lo mismo. Mientras Lucia y Uriel parecían aislados de nosotros y creo que la idea de ellos era tomarse de la mano, charlar y lo demás no importaba nada, cumplían perfectamente el papel de novios y creo que sin decir nada estaban cumpliendo un sueño, caminar enamorados por esas callecitas humahuaqueñas, Adrian cuando podía se prendía a mirar alguna que otra tienda de instrumentos musicales de la región, y también ver qué cosas podía llevar como regalo, también creo que se sintió aislado en momentos que supongo sus pensamientos lo llevaron a recordar o pensar en su novia que se había quedado en su casa, caminaba solo y a veces profundo en sí mismo. ¿Sera que fue una noche para meditar? Tal vez si o no, yo personalmente ya pensaba en un viaje en solitario y también como dije antes pensaba en como podría hacer para volver al norte y visitar lo que no pude, también se me cruzaban imágenes de mi padre cosa que fue inevitable durante todo el viaje. Realmente las vacaciones fueron perfectas en todo sentido, los chicos son buenísimos y siempre hubo buena onda entre nosotros, por otro lado todo lo planeado salió bien y no tuvimos ningún percance. El frio se hacía notar en la noche que cada vez se ponía más silenciosa y que parecía pedirnos que nos fuéramos a dormir y así poder descansar, sin otro rumbo que tomar decidimos ir al hostal a descansar después de un largo día.
Por la mañana temprano nos fuimos de shopping ajajaj, mejor dicho a comprar los regalos, debo confesar que no soy muy amante de hacer regalos mientras estoy de viaje pero algo tenía que llevarle a mi vieja y a mi hermana/o, claro que para mí me compre una hermosa camisa con detalles colorinches y cordoncitos, camisa que después les gustaría a todo el mundo, “por suerte”. Nos sentamos frente al monumento al indio y cuando estoy saliendo para sacar algunas fotos me llega un mensaje de mi hermana y me cuenta que ella está en Puerto Madero de paseo, me dio alegría por ella ya que no conocía Bs. As. Y qué bueno es saber que todos estamos paseando y disfrutando de las vacaciones.
El adiós era inevitable, tomamos el micro de línea para ir a Tilcara donde nos estarían esperando los demás chicos y el Balut que a las 17:30 nos transportaría directo a Rosario, ya en pleno viaje trate de capturar con mi retina todo paisaje posible para guardarlo en mi memoria y pensando si algún día volveré a pisar esas tierras del noroeste argentino y si así fuera, me preguntaba ¿con quién vendría? ¿Solo? ¿Acompañado con amigos? ¿Con novia?, ¿hacia dónde seria mi próximo viaje? ¿me atrevería a ir solo como lo pensé en las salinas?, ¿que será de mi vida en las próximas vacaciones?, la vida está llena de momentos, buenos y malos y que seguramente nunca se repiten, tal vez pueden ser parecidos pero creo que jamás volveré a tener otras hermosas vacaciones con un grupo de amigos así, este es mi viaje, es ahora, y no fue cuando tenía 18 o 25, sino ahora que tengo 35, tampoco fue con los amigos de esa época sino con amigos de ahora, porque así está escrito en el destino, se que lo mejor está por llegar y lo mejor es viajar a otros lugares, conocer gente y nuevos amigos, experimentar momentos, ahora me siento un poco más preparado para conocer todo. Que rápido pasa todo, que rápido pasa la vida y que bueno es saber que mientras pasa rápido la vamos disfrutando lo mejor que se pueda y en todo sentido, por mas trillada que este esta frase igual la voy a repetir, “la vida es una sola y hay que aprovecharla y disfrutarla”.
Que locuraaaaa la miaaaaa!!!!, en Enero del 2010 volví del norte y ya estaba ahorrando, programando y pensando en mi próximo viaje en Diciembre, LA TIERRA DEL SOL Y DEL VINO, si señores me voy solito a Mendoza, solo “como loco malo”....si les interesa saber mi nueva experiencia en la próxima entrada les cuento, abrazos para los chicos y besos para las chicas. Hasta pronto.
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