Tilcara

Llegamos a Tilcara Jujuy por la tarde en busca del hostel “La Rosa” recomendado por la madrina de Nahuel que vive en Maimara un pueblo cercano, a través de ella nos reservaron un lugarcito en el patio de atrás para nuestras carpas, era temporada alta y parece ser que Tilcara es el punto de reunión de todos en verano, llega gente desde Salta y Tucumán, por lo tanto encontrar un lugar para quedarse unos días era totalmente imposible. Nos fuimos acomodando y a la vez armando las carpitas aunque el viento no ayudaba demasiado y si se ponía furioso pedía ayuda a la arenilla y polvillo que volaba todo el tiempo, era muy molesto. El hostel era bastante cómodo pero estaba muy lleno y solo contaba con dos baños, uno arriba y otro abajo, nosotros teníamos que usar el de abajo y para poder usarlo se utilizaba una especie de lista pegada en la puerta del baño para poder anotarnos y esperar nuestro turno, la verdad era bastante incomodo pero me pareció organizado. El hostel llego al punto en que alquilaban un espacio en el suelo para bolsas de dormir, por las mañanas se complicaba ir al baño teniendo que hacer malabares para no pisar la gente en el piso, infinita era la gente tirada en el suelo.

En lo que quedaba de la tarde salimos a recorrer un poco, en el centro de Tilcara no hay mucho para ver o hacer pero de casualidad me metí dentro de una salón de exposición de cuadros y esculturas me pareció interesante, al entrar veo a La Naty y Sol que estaban charlando con la recepcionista, claro que debo suponer hablaban el mismo idioma porque mis amigas estaban cursando bellas artes en Rosario. Luego me dirigí hacia la plaza principal para encontrarme con mis compañeros, y al llegar veo una infinidad de puestos de artesanías que cubren toda la plaza, había de todo tipo pero dentro de todo se parecían, algunos vendían ropas, otros artesanías, y los que nunca faltan los CD, DVD, a medida que va cayendo el sol y el viento que siempre acompaña, nos dimos cuenta que estábamos en la altura y que el clima por la noches es de frio, tanto así que me tuve que comprar un pullover, era una cosa de no creer, toda mi vida pensé que en Jujuy hacia un calor de locos, pero debido a la altura y estar cerca de la cordillera el clima cambia mucho, de día hace calor seco y de noche frio. Compramos algunos regalos y a la vuelta no podían faltar las tortas asadas con queso, comíamos por el camino mientras volvíamos al hostel para organizar la cena.

Si mal no recuerdo esa noche Romina cocino unos ravioles riquísimos en el hostel, la verdad no teníamos pensado salir pero como siempre no podía faltar la guitarreada y en compañía de la madrina de Nahuel (La pichi) y su esposo pasamos la noche, Adrian se toco unos temas con Nahuel y también se prendió el esposo de La Pichi que la tenia bien clara y tocaba genial. A pesar del frio la noche era increíble, salí un momento al patio donde estaban las carpas para observar las estrellas, me quede unos minutos mirando el cielo estrellado pensado en mi viejo, de repente se cruza Lucia y me dice “mirando estrellas”, no se cual es el motivo pero la verdad me dio mucha vergüenza, no sé, supongo que parecía alguien que rezaba o pedía algún milagro mirando al cielo, pero igual, seguí observando y meditando hasta el momento en que todos nos fuimos a dormir.

GARGANTA DEL DIABLO

Al día siguiente lo teníamos libre, nos levantamos y decidimos ir a un paseo que nos llevaría a una cascada llamada garganta del diablo, debo confesar que me da un poco de vergüenza cuando escucho ese nombre, me pregunto ¿el creador de los nombres de estos lugares tan lindos, no podría ser un poco más original a la hora de ponerlos?, ya con esta son tres gargantas que conozco, la de Iguazú, Cafayate y Tilcara, me da cosa pensar que mientras siga recorriendo Argentina me voy a encontrar con infinitas gargantas mas. Salimos a caminar, algunos preocupados pensando que sería la misma caminata de los cerros calchaquíes, pero nada que ver, un camino tranquilo y de varias horas, como siempre el paisaje es muy lindo, se ven los cerros grises y colorados y los cactus que siempre están en el camino, de vez en cuando cruzamos con gente que volvía o que iba, el calor pegaba mucho y a su vez el hambre también. Llegamos a lo que sería la entrada a la cascada y nos cobraron unos $5 creo, de repente vemos una señora ofreciendo empanadas y con el hambre que teníamos no dudamos en encargar varias docenas, el precio era de $1 cada empanada “que baratooo” y por las dudas encargamos otra docena más, claro que después de bajar alguien tenía que volver a subir para buscar el almuerzo. Solo unos pocos metros bajamos y vinos un arroyo y una pequeña cascada, la verdad no me sorprendió para nada, pensé que sería algo mejor, solo recorrimos unos metros en busca de un lugar para sentarnos y refrescarnos un poco los pies, el calor era intenso, no recuerdo bien pero alguien fue en busca de nuestras empanadas, y para nuestra sorpresa pudimos comprobar el porqué de las empanadas a $1, “eran chiquitas casi de copetín”, en fin, menos mal que encargamos una docena demás.

Subimos para volver y una camioneta se ofrece a llevarnos pero solo había lugar para pocos, subieron algunos de los chicos y junto con Adrian, Lucia y Uri emprendimos el regreso a pie por el camino donde iban y venían los vehículos. Llegamos cansados, los demás chicos como llegaron temprano se prendieron a las cuevas con La Pichi y nosotros no logramos llegar a tiempo, así que nos quedamos en el hostel a descansar un poco. Por la noche, salimos un ratito pero no nos quedamos mucho ya que en las calles y la plaza era un Caos, llenos de borrachos y de adolecentes, era una joda total, claro que nos pedimos un fernet y pasamos un ratito por la plaza, cuando Juani me invita a una peña junto a Romina y una amiga que encontró ahí, me quede pensando, la verdad no tenía ganas de estar entre tanta, pero tanta gente, además yo presentía como iba a terminar todo, seguramente Juan y yo descabezados y Romina guiándonos por el camino, los demás chicos decidieron ir a dormir, Juan insistía en que lo acompañe, la verdad me puse muy mal, porque al final no lo acompañe, los motivos fueron justamente lo que mencione antes, no tenía ganas de terminar borracho esa noche, claro ustedes dirán “pero no tomes mucho Marce”, yo me conozco y no quería levantarme por la mañana con resaca, vómitos y mucho dolor de cabeza, sabiendo que al otro día nos esperaba Purmamarca y Salinas Grandes uno de los lugares más lindos que estábamos esperando, así que opte por irme a dormir, me sentí muy mal, había defraudado a un amigo, por mi culpa se tuvo que ir a dormir, la verdad hoy no me arrepiento, pero creo que decidí por mi y si Juan tenía tantas ganas podría haber ido con su novia y su amiga, por un momento me sentí intimidado, juzgado por las miradas de los demás chicos, no sé si estaban de acuerdo conmigo o no, hasta el día de hoy me quedan dudas, supongo que estaban de acuerdo ya que el ambiente era medio fulero, no pasaba nada, pero era tanta joda que todo se desbordaba, repito muchos borrachos y caras sospechosas, pero bue, así después de todo nos fuimos a dormir. Tilcara no me llenaba para nada, pensé que era otra cosa, los dueños del hostel nos comentaba que era una época complicada y que los mejores días para visitar Tilcara serian en baja temporada, pero por suerte al otro día nos fuimos a Purmamarca y Las salinas grandes, eso sí estuvo bueno, genial!!!...en la próxima entrada les cuento, saludos.